Yann Tiersen - Tabarly

Guillaume Yann Tiersen es un excelso artista francés nacido en Brest. donde tempranamente sus padres habían evidenciado su buena inclinación por la música, de modo que resolvieron enviarlo a una serie interminable de conservatorios que, poco a poco, fueron intensificando su llama natural convirtiéndolo en un gran músico, diestro en el dominio del piano, violín y algún que otro instrumento de la misma índole. Pero la escuela no fue su única influencia, ya que, una vez pisada su adolescencia, Tiersen abrazó, como contraposición de su formación clásica, la causa del rock, formando su propia banda; de ahí el antagonismo patente en este artista, pues fue perfilado por una y otra rama musical…
No cabe estudiar cuál de sus primordiales influjos surtió mayor efecto en su carrera, ni tanto menos, cuál fue más conducente al éxito; de lo último bien sabemos que fue su vertiente clásica, con su triunfo señalado en la banda sonora correspondiente a Le fabuleux destin d'Amelie Poulain, mientras que su post-rock tuvo siempre una cálida acogida principalmente de la mano de sus presentaciones en vivo. Remarcable es, de cualquier modo, su perseverancia; siempre hacia lo alto, en miras de algo mejor. Desde 1995 a la fecha, Yann Tiersen se adjudica numerosos álbumes en circulación; algunos celebrados, otros un tanto vapuleados, pero en conjunto, todos nos hablan bien de su hacedor.
¿Quién no escuchó alguna vez algo de este artista? ¿Acaso…, les es extraño su nombre? Discutido por la crítica, por sus seguidores y hasta por cinéfilos, las notas mágicas del maestro francés Guillaume Yann Tiersen, eran echadas de menos por nuestros oídos, y por esta Suite. Su vuelta de hace unos meses atrás, con la banda sonora de Tabarly, fue, al fin y al cabo, más que bien recibida por todos; ¡y qué regreso!
Por mi parte lamento haberme retrasado con este posteo, y es que primero quería ver el film al cual está destinado el disco; pero aún no he podido. Que la película-documental de Jacques Perrin es una maravilla y demás…, se puede leer en cualquier parte, como si uno o unos cuantos hubiesen dejado caer la semilla por ahí… Ahora bien…, a todo…, yo digo: primero den oídos a su música…, que después les preguntaré… ¿quién dudaría de las excelencias, de lo que se intuye como excelente?


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