miércoles, 17 de febrero de 2010

Seabear - We Built A Fire


Luego de publicar exitosamente su debut como solista a fines del 2008, tal parece que Sindri Már Sigfússon estuvo regresando al proyecto que, si bien lo había iniciado en solitario él mismo, al día de hoy es una banda de siete integrantes. Con la reincorporación de Sindri a principios del año pasado, Seabear se consagró a la composición y en los estrenos de este 2010 tuvo a punto su segundo largo, el cual lleva por título We Built A Fire. Y aunque la nueva ópera de la consolidada agrupación islandesa será publicada el mes entrante vía Morr Music, es claro que, como es acostumbrado, ya se puede acceder a ella.
El segundo largo de Seabear es su primer trabajo orquestado íntegramente por una banda, dado que, tanto la escritura de las canciones como su composición, fue obra de sus siete integrantes. De este modo, ahora todo se aprecia como si se tratase de una fogata en torno a la cual se han reunido a trabajar la totalidad de artistas que hacen a la agrupación, aunque no por ello se deba pensar que el sabor lo-fi tan característico que Sindri había impreso en su debut como Seabear se haya perdido. Y es que si bien la banda ha recabado cierta notoriedad, es bien cierto que continúa manteniendo la humildad de sus inicios, pues sus componentes grabaron We Built A Fire íntegramente en un sótano y luego pergeñaron de mano propia las artísticas y videos del disco, además de encargarse de la posterior promoción.
En lo que respecta a lo estrictamente musical, es claro que la vena folktrónica de Seabear sigue omnipresente lo mismo que antes, principalmente en tracks deliciosos como Lion Face Boy, Wooden Teeth e In Winters Eyes. Por otra parte, también hay lugar para ensanchar los horizontes encarando otros registros; el rock en piezas como Fire Dies Down, I'll Build You A Fire, Softship y Wolfboy, o la balada en temas como Cold Summer, Leafmask, We Fell Of The Roof y Warm Blood. En el apartado vocal la voz de Sindri sigue brillando, como siempre, con su particular inflexión de pesar, aunque en esta fogata especial los demás participantes se unen en forma de coro, las más de las veces deparando estribillos sensacionales y, por supuesto, totalmente pegadizos.
Sin dudas que este nuevo álbum le vale a Seabear una escalada tan importante que incluso se la podría situar a la altura de otras agrupaciones como Sigur Rós, Múm, Fredrik o The Album Leaf, de suerte que más conviene no perderle pisada…
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Massive Attack - Heligoland


Bueno... aparezco y vuelvo a desaparecer con este pequeño aporte. Como siempre, no voy a explayarme mucho en la descripción. Este tan esperado quinto disco de esta legendaria banda pionera del “Bristol Trip-Hop” llega a nosotros exactamente siete años después de aquel 100th window del 2003; desde hace un tiempo se habían filtrado los temas como para armar el disco pero en versiones pobres de calidad, por lo que decidí esperar ya que la release del disco fue el 4 de febrero pero a las tiendas llegó el 8 de febrero y como caído del cielo se los dejo. Sólo puedo decir que lo disfruten y júzguenlo ustedes. See ya =)

lunes, 1 de febrero de 2010

Fredrik - Trilogi


El año pasado habíamos degustado el álbum debut de la agrupación sueca Fredrik, por lo que ahora, en vistas de que estos artistas no han renunciado a lo suyo, tocó el turno de apreciar las bondades de su segundo largo: Trilogi.
Por mi parte, ya había anunciado que el sello sueco Jezebel Recordings se encontraba publicando unos EPS de Fredrik, si bien, por entonces no sabía que aquéllos habrían de conformar Trilogi. Por tanto, es claro que estamos ante un álbum conceptual que se derivó de la conjunción de tres EPS que según su orden de liberación fueron titulados respectivamente Holm, Ava y Ner, o en su interpretación en inglés, Frozen forest island, Water through sound y The inside underground.
Respecto a las impresiones talladas en Trilogi, la crítica vio a los miembros de Fredrik ahondando sobre ciertas teorías que el literato estadounidense Howard Philips Lovecraft había desarrollado a través de sus obras. Esta revisión subjetiva por parte de los suecos no ha sobrellevado cambios significativos en su impronta artística, pero en función de la naturaleza de los puntos tratados, sí movió a que su música se volviera más melancólica que de ordinario, a punto tal que, de la psicodelia o alegría que antes se evidenciaran en ella, apenas si ha quedado nada. Y es que abordando cuestiones tales como los enormes embates que produciría el que el hombre fuese capaz de unir todos los conocimientos que se hallan disgregados en su cerebro*, no se podía esperar menos que encontrar a la música de Fredrik totalmente abatida…
En relación a lo estrictamente musical entra en razón decir que, a diferencia del material ofrecido en Na Na Ni, la propuesta de Trilogi no brinda ninguna tentativa orientada a mostrarse en clave indie rock, sino que se desdobla enteramente en plan folk. Pero el modus operandi de la agrupación sigue siendo el mismo de siempre, de forma que la intensa carga instrumental sigue primando por sobre cualquier intervención electrónica que sea posible hallar, e igualmente, los vocales de índole operística continúan dando cuentas de sutileza infinita y buenas cuotas de carga emocional. Y es que la inflexión de sentido pesar que adopta el voz principal se aviene perfectamente con esas melodías hoscas que despuntan entre los exuberantes entretejidos instrumentales, de lo cual sólo se desprenden lánguidas y peliagudas texturas sonoras que, sin embargo, no se oponen a lo que es, en esencia, estrictamente bello… En definitiva, se podría decir que el contraste que subyace entre Na Na Ni y Trilogi se revela sólo a los sentidos, pues lo que antes se podía antojar rebosante de luminosidad y optimismo, se puede advertir ahora pletórico de oscuridad y misticismo…

*No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspectivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas. (Howard Phillips Lovecraft - La llamada de Cthulhu - 1926)

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