miércoles, 9 de julio de 2008

Open Foraina - Fala tanto


Luego de que la gente de acidjazzhispano lograra una entrevista con Sr. Lobo (una de las autoridades del label Lovemonk), pude saber algo sobre Open Foraina, de modo que en forma sintetizada los voy a enterar acerca de qué se trata este proyecto.
Se deja ver claramente que Javier Sirena, quien es el artífice que trabaja bajo el ya nombrado alias, es bastante esquivo, pues de él no existía información alguna en Internet hasta hace poco. Hombre madrileño, que hoy en día reside en Brasil, a finales de los noventa ya componía, arreglaba y se encargaba de distribuir su música de manera independiente; luego, con el paso del tiempo, consiguió algunos sellos interesados en sus sonidos, por lo que que dejó que éstos editen algunos de sus EPS. Con todo, al día de hoy, sus reseñas se pueden contar con los dedos de la mano.
Su música, desde sus comienzos, ha sido siempre jazz-funk con muchos toques cariocas. Se puede asegurar que Sirena expresa su amor a Brasil mediante sus creaciones, pues como si no hubiese nacido en el lugar correcto, empezó expresando esa contrariedad a través de su música, hasta que finalmente reunió el dinero necesario para trasladarse e instalarse en el país carioca. Ya en Brasil continuó con su producción más a sus anchas, y el mes pasado liberó su último trabajo, el mismo que aquí cuelgo.
En unión del sello español Lovemonk y el club madrileño Marula café, vio la luz “Fala tanto”, un EP algo más que interesante. Jazz-funk de aroma brasileño, con los vocales del colombiano Jack Quiñónez además de los propios de Sirena, hacen gala en un tema dedicado a todos aquellos que al igual que yo, se pasean por la vida renegando de la falta de dinero, sin monedas que hacer entrechocar en el bolsillo siquiera…





3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola
Soy Borja, de Lovemonk
Muchas gracias por el apoyo y ayudarnos a dar a conocer nuestra música, pero preferiríamos que la gente lo comprase así que si puedes quitar la descarga será estupendo.


Un saludo

Gerardo.H dijo...

Estimado Sr. Lobo:

Si es que realmente es usted quien escribió en este blog, primero me gustaría darle las gracias por corregirme, ya que, había garabateado Lovemok en vez de Lovemonk, y no por evadir algún infalible rastreo de piratería por parte del sello, sino que simplemente fue un error producto de mi ineptitud. Por lo demás, le aviso que por esta vez borré el link, debido a que se expresó de forma correcta en su pedido, sin prepotencia alguna. Más tarde no sé si vuelva a acceder a ulteriores posibles requerimientos suyos o de cualquier sello, por los motivos que paso a explicar.
Usted olvida que esto no es España, un país del primer mundo, sino Argentina, uno del tercero, por no decir que en verdad está bastante más rezagado. De buena gana me haría de todas las reseñas que publica Lovemonk, si al menos llegaran a estos lares, pues si lo hacen será a capital, y de ahí no se distribuye a provincia. En cualquier caso, incluso de llegar a mi ciudad misma, de seguro que no me lo podría permitir, puesto que mi poder adquisitivo no sería lo suficientemente elevado como para poder acceder a un disco importado. Por supuesto que estas minucias a usted no le interesan en lo absoluto, pues sólo defiende sus intereses, que son, al fin y al cabo, los del sello.
Internet es la única vía de acceso a la música que me gusta, de manera que cuando me hago de una reseña que para mí vale la pena, la comparto en miras de que todos aquellos que también se encuentran en la misma situación que yo, puedan conocerla y disfrutar de ella. Se sobreentiende que por una cuestión de satisfacción personal preferiría poseer el vinilo, y no, una triste carpeta confinada a un rincón de mi disco duro, pero la realidad elige por mí, y no yo en aras de cambiarla para bien... Debería preocuparse de que en España compren discos originales, y no de que aquí, corramos a hurtadillas entre sombras, intentando repartirnos equilibradamente las sobras, como rapaces, temerosos de que algún día suceda lo que acaba de pasar: que una “distinguida autoridad de sello discográfico” nos pescó in fraganti, con algo que no nos corresponde bajo el brazo. Y esto lo digo porque en rigor creo que es verdad, y no para ofenderlo.
Apenas si entiendo jota de cómo funciona un sello, pero no es necesario ser muy avispado para comprender de que algo como lo que yo hago, no lo beneficia en lo más mínimo. Con todo, sepa que lo que hago, lo hago de buena fe, sin malicia para con nadie, sino que, por el contrario, con la mejor de las intenciones. Ahora bien…, seguramente se preguntará… ¿cómo alguien que asegura estar dañando los intereses de un sello a sabiendas, también está muy cierto de que sus fines son nobles? En cualquier caso, sólo diré que estamos ante una paradoja de índole moral, y que, sólo podrá resolverla alguien que posea, en sus virtudes intrínsecas, las fuerzas morales necesarias para hacerlo…
Nadie me paga un céntimo por tomarme el tiempo de investigar para después escribir una reseña, y apenas si algún que otro visitante me dice “gracias”, y, a pesar de todo, sigo adelante sabiendo por anticipado, que esto no conduce a nada. Por supuesto, y aunque yo escriba un tratado de moral, usted seguirá con la convicción, postreramente inmutable, de que por mucho que yo perore en su bolsillo seguirán faltando unas monedas. No creo, bajo ningún concepto, en que yo me voy a volver más rico ni usted más pobre porque yo haga o deje de hacer, lo que sea que hago. Ya borré el link y no por eso me siento más feliz; no lo hice por cobardía, pensando en que un sello discográfico en el último de los casos puede apelar a su aparato de abogados -que bien dice un viejo dicho popular ruso: “los abogados son conciencias de alquiler”-, para así ponernos en el lugar que merecemos, sino porque… ¿por qué lo hice? Ahhhh… creo que porque estaba de buen humor y, claro está, porque usted fue correcto en su pedido, cosa que ya creo haber dicho. En suma, su educación fue mero producto de su calidad de visitante, pero el dueño de casa puede echar incluso al más ilustre de los no-invitados, y, aunque yo soy el dueño de casa, me despacho con el mejor tino posible:
Cordiales saludos, señor Borja Torres.

Anónimo dijo...

CHAPEAU!

He disfrutado con tu lírica y ya ni comentarte con tu blog.
No pares de dedicar tiempo para compartir tus joias musicales! es un verdadero lujo.

Mucha fuerza y ánimo!