Jane Birkin - Enfants D'Hiver

Se podría considerar, y no por hacer de un montículo una montaña, una invención incuestionablemente ficticia afirmar que el reciente Enfants d'Hiver es, estrictamente hablando, el primer álbum compuesto íntegramente por Jane Birkin. Nos hemos recreado hasta el hartazgo escuchando su estupenda voz y, no obstante, sólo era su voz y no todo su talento volcado completamente a nuestra disposición, y es que siempre hubo algún artífice encargado de forjar todo el arte, propiamente dicho, que ha desplegado esta artista inglesa a lo largo de toda su vida…
Nacida en Londres en 1946, antes de pisar la veintena, Jane ya se había convertido en actriz, cantante y madre de la mano de su primer marido, el músico John Barry. Cuando llegó, tras el fracaso de su matrimonio primero y ya reinstalada en Francia, el segundo hombre a su vida, Serge Gainsbourg, la ya en aquel entonces considerada virtuosa, prolongó y consolidó su carrera artística bajo la salvaguardia de su nuevo amado, y además fue, una vez más, madre de una niña. Luego de poco más de una decena de años, su segunda tentativa matrimonial también se desmoronó, y por consiguiente, a principios de los ochenta la artista se encontró nuevamente sola, pero no sin ánimos de continuar probando suerte en el amor, de modo que conoció al cineasta Jacques Doillon y con él, una vez más, tuvo una niña y siguió haciendo lo suyo con nuevo respaldo… Y al margen de los principales “autores” de su vida, basta sólo aclarar, que ha prestado su voz no sólo a sus parejas, sino que lo hizo a innumerables artistas, los cuales son bien conocidos por todos nosotros...
Por todo lo más, señálese que Jane Birkin fue fruto que supieron cultivar sus maridos, o por el contrario, que fue ella quien aprovechó la visión de aquellos para forjarse una carrera propia; pero en cualquier caso, y omitiendo las restantes posibilidades, nosotros reconocemos, auque por defecto, todo el crédito por cuenta de la inglesa. Podemos concluir, de querer hacerlo así, afirmando que Enfants d'Hiver es el desembolso de la deuda que la cantante-actriz tenía para con nosotros; un saldo que se fue incrementando con la evolución misma de su carrera, y ya se hizo tiempo de liquidar... Y para esto, Jane no se podía hundir en la abyección, de manera que elaboró por sí misma las trece canciones que conforman Enfants d'Hiver, aunque para su ejecución contó con la colaboración de una orquesta y otros músicos. Una propuesta que sigue la traza de la tradicional canción francesa, a manera del clásico pop francés; siempre intimista, de una especial dulzura en muchos casos bloqueada por la tristeza tan característica de esta cantante, y mucha belleza…, belleza y hasta tres veces belleza...

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